Hola a todos, queridos compañeros y amantes de las TIC. ¿Cómo estáis?
En esta primera intervención por mi parte, comentaré diez herramientas TIC que utilizo tanto en el interior del aula como fuera y que me facilita en gran medida el trabajo diario docente. En este último mes, durante el período de prácticas, he podido utilizar algún que otro de los recursos que voy a citar aquí y que han ayudado a que tanto yo como los propios alumnos hayamos obtenido una cierta mejora en el aprendizaje de la asignatura de lengua y literatura.
Una de las tecnologías que más he podido utilizar en las aulas es el
powerpoint, programa muy utilizado en estos últimos años y que, como todos sabemos, permite la proyección de diapositivas en las que se explica (generalmente, de forma esquemática) los contenidos de la unidad que pretendemos impartir en nuestra asignatura. Además de esto, supone una magnífica herramienta para las exposiciones orales de los alumnos, en las cuales, además de desarrollar su capacidad creativa, también trabajamos el componente oral, competencia que se aplica poco en los centros de secundaria. El programa del que hablamos se integra dentro del conjunto que nos ofrece
Office, en el cual encontramos muchas más aplicaciones que facilitan nuestra labor docente:
excel, word... los cuales también son muy útiles para que los alumnos entreguen sus trabajos a través de la red. Ya que hablamos de este tipo de aplicaciones, también debemos incluir aquí
LibreOffice, aplicaciones que también son útiles tanto para el docente como para los alumnos.
Por otro lado, encontramos una alternativa de powerpoint, el programa
prezi, que nos permite realizar una presentación con movimiento, colorido y con más dinamicidad que su predecesor, transformando la presentación en una especie de cuadro conceptual.
También encontramos otras aplicaciones ya no destinadas al trabajo directo, pero que enriquecen sobremanera la tarea tanto docente como de los propios alumnos. Tenemos, por ejemplo, la aplicación
skype, un sistema de llamada a través del ordenador para hablar con los compañeros. Lo realmente útil de esta herramienta es que permite realizar una llamada múltiple, lo que posibilita la realización de trabajos y reuniones sin estar físicamente presentes en una misma habitación. Asociado al trabajo múltiple, destacamos también el uso de la herramienta
dropbox, sistema que permite compartir archivos y modificarlos en la misma nube, de manera que los usuarios pueden recibir un fichero y, a su vez, modificarlo, para que otros usuarios puedan hacer lo mismo. Una posible alternativa a este programa, si se quiere evitar la instalación y descarga necesarias, sería la aplicación
google drive, cuyas prestaciones son similares.
Es conveniente también hacer referencia a las bases de datos que encontramos online, muy útiles, ya que nos permiten acercarnos a obras, tanto de lectura como de consulta, desde nuestra casa, y no tener que ir a la biblioteca (algunas obras no están e igualmente debemos ir). Tenemos, como opciones muy útiles, la
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, en la que encontramos información sobre obras de nuestra asignatura de prácticamente todo tipo, además de encontrar obras completas,
Clarisel, base de datos de la Universidad de Zaragoza, especializada en literatura medieval,
Dialnet, aplicación donde se puede encontrar desde números de revistas especializadas hasta tesis, etc.
Finalmente, resulta importante hacer mención a herramientas tan útiles como son el
DRAE (Diccionario de la Real Academia Española),
Salt, un traductor entre castellano-valenciano, que complementa al uso de los tradicionales diccionarios... Por supuesto, a toda esta lista se le debe añadir
Internet, el cual nos permite utilizar la gran mayoría de las aplicaciones descritas, tales como skype, dropbox, etc.
Este pequeño inventario es solo una muestra de la gran cantidad de herramientas que podemos utilizar tanto en nuestra labor docente como fuera de ella. Existen muchísimas más y de diversa índole, y cada vez es mayor el número de personas que se suma a esta "revolución", pero no debemos olvidar que estas tecnologías nunca deben suplir a los libros en formato físico, sino que deben complementarse de manera eficaz y según la necesidad del docente para acrecentar la calidad y utilidad del proceso de aprendizaje que los alumnos deben seguir. No debemos situarnos ni en un extremo ni en el otro, sino que debemos aprovechar todo para facilitarnos la tarea y obtener el máximo rendimiento.