¡¡Buenas tardes y bienvenidos y
bienvenidas a este nuevo blog dedicado a las nuevas tecnologías: “El Poema de
Mío Tic”!! Porque no, las Tecnologías de la Información y la Comunicación ―de
ahora en adelante las llamaremos TIC― no están reñidas, para nada, con la
enseñanza. Y tampoco con la enseñanza de la lengua y la literatura. En esta
primera entrada, y para ver cómo llevamos utilizando las TIC desde hace ya algún
tiempo, veremos qué 10 herramientas he utilizado a lo largo de los años para
estudiar, hacer trabajos, planear clases y, finalmente, llevarlas a cabo con
nuestros alumnos y alumnas.
Así, planteada esta cuestión nos
puede parecer difícil, pero no. No lo es tanto. ¿Desde dónde me estáis leyendo
ahora mismo? Sí. Vuestro soporte electrónico. ¿Cuál es? Pues et voilà! Una herramienta TIC. Yo en
este momento os estoy escribiendo desde mi pequeño ordenador portátil que lleva
acompañándome ya cinco años y espero que siga durando un poquito más. Tanto los
ordenadores ―portátiles o no―, como
las tabletas y smartphones son soportes
que, aunque los utilicemos en nuestra vida cotidiana también son una gran
herramienta para preparar clases, buscar materiales por la red, contactar con
otros compañeros y alumnos, etc.: los conocemos muy bien, aprovechamos su
rapidez y la cercanía de todos los recursos que nos ofrece internet.
Ahora miremos dentro de nuestro
ordenador. Uno de los imprescindibles, para mí, el Word (o cualquier
procesador de texto). Con este programa podemos redactar miles de trabajos,
apuntes, informes, etc. Gracias a su panel de herramientas podemos variar la
tipografía, insertar imágenes, gráficas y símbolos ―entre otros muchos
elementos― a nuestros textos de una manera fácil y sencilla. Personalmente, una
vez que “le has cogido el truco” todo el trabajo se hace rápido. Y lo mejor de
todo: nada de hacer miles de borradores en papel para luego tirarlo, que
quedarnos muchos árboles, tampoco nos quedan.
De otro tipo, pero igual de fácil
de utilizar es PowerPoint. Se trata, como todos conoceréis, de un programa
para crear presentaciones. Estas, especialmente a todos aquellos que trabajamos
exponiendo conocimientos a un público, nos es de gran utilidad, sobre todo los
mapas conceptuales, muy provechosos para establecer relaciones, definir
conceptos, etc. Como docente, creo que este tipo de material para dar una clase
es muy útil y agradable para nuestros alumnos: ven el contenido de una manera
clara, en un soporte distinto a la pizarra tradicional. Y eso ya, es un plus. En
mi caso, he utilizado PowerPoint para realizar un juego con mis alumnos de 1º
de A2 de la EOI de Benidorm en el que mostraba unas imágenes y los alumnos
tenían que describir al personaje famoso que aparecía en pantalla. Creo que les
gustó mucho, no solo por ver cómo eran en el pasado esas personas conocidas,
sino por romper con la monotonía del libro de texto y los vídeos de YouTube.
Sin ninguna duda, la red 2.0 es
la gran estrella de las TIC. Poder sumergirnos en la red es todo un gran
adelanto para la educación, si sabemos dónde buscar la información necesaria.
Una página que sin duda debe conocer cualquier estudiante es la de la Real Academia
Española, donde se pueden consultar los diccionarios publicados online.
Si nos centramos en la rama literaria destaco, sin lugar a dudas, la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
en la que encontramos miles de obras literarias de la lengua española, así como
artículos referidos a estas. Como estudiante de filología, pienso que es una de
las mejores fuentes a las que acudir: obras originales, artículos de
referencia, portales muy completos, obras leídas, literatura infantil y
juvenil. Personalmente, pienso que el trabajo de la Cervantes Virtual es uno de
los mejores realizados en cuanto a portal literario se refiere. Por último, y
no por ello menos importante o útil, es el portal Liceus, muy completo en cuanto a
diversidad de asignaturas. Su principal problema: solo pueden descargarse los
archivos desde una red que tenga convenio con el portal. En mi caso, gracias a
la Universidad de Alicante y su red podíamos descargarnos cualquier documento
que nos fuera necesario. Ventaja: sabías que esos archivos eran fiables y
dignos de poner en la bibliografía.
Ya tenemos la mayor parte del
trabajo hecho. Pero, ¿dónde guardamos tanta información? Sí, tenemos lápices de
memoria (también herramienta TIC, por supuesto). Pero nos aterra la idea de
poder perderlo. Así que, para eso tenemos la fantástica invención de Google
Drive. Se trata de un programa creado por el San Google que nos permite
almacenar nuestros documentos en una nube, a la que accedemos a través de
nuestra cuenta de correo electrónico de Google. ¿Y si ya hemos llenado nuestro
almacén de 5GB? Dropbox es su análogo. En este caso, con una cuenta de correo
electrónico puedes crear tu propio almacén, que estará accesible tanto en la
red como en tu ordenador portátil o dispositivo móvil al que accederás con tu
usuario y contraseña.
Pero como todos sabemos, un
trabajo académico, una planificación de clase, o simplemente, comentar qué
hemos hecho en clase ese día no podemos concebirlo sin Whatsapp, esa red de
mensajería gratuita que a todos nos mantiene pegados a la pantalla de nuestro
móvil, conectados horas y horas charlando con todo el mundo y a la vez con nadie.
Gracias a esta herramienta podemos hablar con los compañeros si necesitamos
cualquier cosa, si tenemos un problema de cualquier tipo de una manera rápida y
sencilla (sí, y gratis).
Y si lo que queremos es vernos
las caras contamos con Skype, un programa en el que añades
a tus contactos y puedes mantener conversaciones a través de tu webcam. Mi
experiencia con Skype es positiva, tanto en mi vida privada como en la
académica. Centrándonos en esta última, la utilicé para enseñar español a una
chica holandesa gracias a una asignatura de la carrera. Para quedar y
encontrarnos en Skype utilizábamos Facebook, pero las clases siempre
eran a través del programa, viéndonos, conociéndonos y aprendiendo la una de la
otra a miles de kilómetros.
Como hemos visto a lo largo de esta entrada, y de las de mis
compañeras y compañeros, las TIC están en nuestro día a día. Solo debemos saber
sacarles lo mejor de cada una de ellas, sin caer en la rutina y siempre
viéndolas como una herramienta útil en la práctica académica y docente.
Con esta primera entrada me despido, con ganas de seguir
aprendiendo y compartiendo con todos vosotros las nuevas experiencias TIC que
vamos a vivir en este curso 2014-2015.
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