¡Hola a todos!
Las herramientas TIC se han vuelto
prácticamente indispensables en el día a día de muchas personas, especialmente para
nosotros como estudiantes universitarios y futuros profesores. Las TIC
facilitan considerablemente el proceso de aprendizaje, y por ello voy a
contaros cuáles utilizo habitualmente para estudiar, así como las que he usado
durante mis prácticas docentes en la EOI de Alicante.
El programa Word quizá sea el más recurrido por cualquier estudiante, ya que es
un procesador de texto sencillo que cualquier persona con un nivel mínimo de informática
puede utilizar. Dentro del paquete Office en el que se incluye Word, he
utilizado en muchas ocasiones Power
Point, especialmente para realizar presentaciones durante la carrera. Es
muy útil para dinamizar las exposiciones teóricas, de manera que se capta mejor
la atención de los compañeros, o de los alumnos, si nos situamos ya al otro
lado del pupitre.
Para el almacenamiento e intercambio de
documentos utilizo diariamente Dropbox,
ya que me permite acceder a mis carpetas desde cualquier dispositivo con
Internet. Es muy práctico también para la realización de trabajos en grupo,
pues en un instante se le puede enviar muchísima información al resto. Para el
correo electrónico utilizo Gmail por
su sencillez y fácil acceso desde mi móvil. En épocas de mucho trabajo no
podemos estar comprobando continuamente desde el ordenador si hemos recibido
algún mail, y esta plataforma tiene una aplicación para el móvil que te avisa
cuando te llega uno, además de permitirte organizar los correos de manera muy
eficaz.
En mi teléfono móvil no pueden faltar las
aplicaciones del DRAE y un traductor (en mi caso es el de Google). Uso ambas de manera diaria, en
cualquier situación en la que tengo dudas sobre una palabra, pero también en las
prácticas para solventar cualquier posible cuestión que surja sobre nuestra
lengua.
Whatsapp y Facebook no
son únicamente aplicaciones lúdicas, sino que las utilizo diariamente para
intercambiar información con mis compañeros – en el caso de los trabajos
grupales –, o para leer artículos sobre temas relacionados con mi profesión. Por
ejemplo, en Facebook sigo muchas páginas de filología en las que los
colaboradores comparten información y opiniones sobre cuestiones muy variadas
dentro de nuestro campo de estudio, lo que me parece algo enriquecedor. Aprovechando la alusión a la utilización
lúdica de algunas páginas o aplicaciones, quiero remarcar la importancia que
puede tener YouTube si se sabe
utilizar. Durante mis estudios, y también en mis prácticas como profesora, he
usado esta página web no solo por su función de entretenimiento, sino también
para aprender – y enseñar - de una manera menos monótona. En su buscador
podemos encontrar prácticamente todo lo que busquemos, solo es cuestión de que,
como buenos docentes, sepamos llevar esta herramienta al aula.
El eReader me parece uno de los mejores inventos tecnológicos que
existen, ya que da la oportunidad de guardar más de mil eBooks en un objeto que
puedes guardar en cualquier sitio. En mi opinión, siempre será mejor la lectura
en libros de papel, pero esta no se encuentra siempre a nuestro alcance, y los
libros electrónicos nos permiten acceder a obras que de otra manera sería mucho
más complicado.
Estas son las diez herramientas
TIC que he utilizado y que utilizo habitualmente, pero como adelantaba al
principio quiero añadir una más con la que he tenido el primer contacto en mis
prácticas externas: la pizarra
electrónica. Nunca había utilizado esta herramienta, y creo que es muy
práctica para dinamizar las exposiciones del profesor en el aula, especialmente
en las clases de lengua extranjera, donde el factor visual puede ser muy
enriquecedor para nuestros alumnos. Si bien creo que es un poco difícil de
manejar al principio, no es nada que no pueda dominarse con un poquito de
práctica, igual que el resto de herramientas TIC.
Todos estos
recursos me facilitan el aprendizaje y la docencia, gracias a las
características positivas e innovadoras que poseen; no obstante, creo que no
debemos focalizar toda nuestra atención en los recursos tecnológicos, sino
saber aprovechar aquellos beneficios que nos ofrecen y complementarlos con
otros materiales, como los libros en formato físico.
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